Vacaciones en Marruecos durante el verano, este es cada vez más el deseo de miles de personas, gracias a sus increíbles playas, muchas de ellas aún sin explotar, a la autenticidad que aún conservan sus lugares y por qué no decirlo, a la oportunidad de vivir una experiencia única en un país con mucho encanto.
De las mediterráneas aguas de Tetuán a los arenales salvajes de Tarfaya, donde el Sáhara se asoma al Atlántico. ¿Mediterráneo o Atlántico? ¿Estilo chill out o ambiente familiar? ¿Con un toque exótico y local, al borde un acantilado o a orillas del desierto? ¿Cómo escoger la mejor playa en Marruecos? Pues no es nada fácil: más de 3.500 kilómetros de costa se extienden desde la frontera con Argelia, en el Mediterráneo, hasta donde el Sahara se asoma al océano Atlántico.
Hay playas para todos los gustos: pequeñas calas o arenales bajo acantilados, junto a paseos marítimos y puertos. A continuación os proponemos una selección de lugares increíbles donde disfrutar de las vacaciones de verano en Marruecos:
1. Rumbo al sur: AGADIR
Rumbo al sur, siguiendo la costa atlántica, Agadir es el primer destino de Marruecos para los amantes del sol, la arena y el bullicio. Su ambiente es distinto al del resto del país, con un puerto muy activo y una playa turística que se expande bajo su kasbah. Su extensa playa curvilínea, limpia y bien iluminada de noche, se llena de familias dispuestas a disfrutar del verano casi 300 días al año. Desde el extremo norte de la playa, cerca del puerto, hay tres bulevares paralelos que recorren la zona turística.
2. Playa del Marabout: MIRLEFT
Más al sur de Agadir, rumbo al antiguo Sahara español, se llega a Mirleft. Popular desde siempre entre artistas, músicos y viajeros saharianos, este pueblo se está desarrollando gracias a los amantes del viento y los deportes acuáticos. El clima es agradable, el aire limpio y las vistas magníficas. Con la estampa de sus rocas salvajes, la playa del Marabout es la más espectacular de la media docena que ofrece Mirleft.
3. Un busca de playas salvajes: TARFAYA
Pegados a la costa del Atlántico, de Tan Tan a Tarfaya hay 200 kilómetros a través de una monótona extensión de desierto que nos hará soñar con la aventura. De camino, en los acantilados se ven cabañas de pescadores que suelen vender su pesca junto a la carretera y algún que otro rebaño de camellos recorriendo lentamente la hammada. Al sur de Sidi Akhfennir, el trayecto se hace más espectacular, con playas salvajes e inmaculadas y dunas de tonos ocres componiendo el horizonte o bordeando la carretera.
4. Un pueblo de artistas: ASILAH
Bañada por las aguas del Atlántico y a solo una hora de Tánger, esta pequeña ciudad cuya medina amurallada nos muestra rincones llenos de encanto donde los artistas dan rienda suelta a su creatividad.
Las playas de Asilah son también conocidas como lugar ideal de veraneo tanto para los locales como para los extranjeros. Ni decir tiene que es imperdonable estar allí y no disfrutar de su extraordinario pescado en lugares como Casa Pepe o La place. A tres kilómetros de Asilah se encuentra la playa de Kahf El Hemam un lugar sin duda muy recomendable para relajarse.
5. Bañándose con Hércules: TÁNGER
Ni en el Atlántico ni en el Mediterráneo: Tánger está en el Estrecho, el paso donde África se da la mano con Europa y se mezclan las aguas del gran océano y Mare Nostrum. Dos buenos planes para una escapada de un día desde la ciudad son visitar Ksar es-Seghir, también en pleno estrecho de Gibraltar, así como la Plage Robinson, al sur del cabo Spartel, en el extremo noroccidental de la costa atlántica africana. Estupenda para un paseo tonificante, a unos cinco kilómetros de la Plage Robinson se llega a las grutas de Hércules, donde desde su interior se puede encontrar una de las imagines mas fotografiadas del norte de Marruecos con una estampa que recuerda el mapa de África. Se ofrecen paseos en camello por la playa justo antes de la entrada a las cuevas.
6. Una ciudad de película: TETUÁN
Esta ciudad situada en el norte de Marruecos y bañada por las aguas del Mediterráneo ha servido de telón de fondo en multitud de películas y libros como “El tiempo entre costuras”.
Considerada como la ciudad más española de Marruecos debido a su historia, esta ciudad cosmopolita y moderna pero sin perder su encanto marroquí, enamora a sus locales tanto en invierno como en verano. Sus playas son también muy conocidas y es una opción ideal ya que se puede disfrutar tanto de la playa como de la ciudad ya que se encuentran bastante próximas. Mención especial merece la playa de Martil y de las tres piedras que aunque se encuentren un poco más alejadas, merece la pena visitarla.
7. Una parada en la capital: RABAT
Es la capital política y administrativa de Marruecos no podía faltar a esta selección. Esta encantadora ciudad, tiene varias playas a sus alrededores pero destacamos la playa de los Oudayas que es la más grande y conocida de Rabat con una increible vista del edifico militar del siglo XII.
Para probar un poco de sabor local, podemos probar a bañarnos en playas frecuentadas por los marroquíes, como las de los alrededores de Rabat. La Plage des Nations, 17 kilómetros al norte de Rabat, es muy popular entre los lugareños. Es una franja limpia y arenosa, con olas excelentes, perfectas para los surfistas, pero con corrientes peligrosas para los bañistas. Más al norte por la costa, a 50 kilómetros, está Mehdiya Plage, otra franja de arena llena de residencias vacacionales y bares de playa. Aunque con corrientes igualmente, en verano se llena de gente que va de excursión mientras que el resto del año está desierta.
8. Las mejores ostras de Marruecos: EL JADIDA
Al sur de El Jadida, esta la playa o balsa de Oualida, un famoso lugar de veraneo entre los marroquíes. Su bonita playa de arena y sus aguas cálidas se extienden por 3 kilómetros. El baño no es peligroso y se pueden practicar muchos deportes náuticos. Cuando la marea está baja se puede disfrutar de un maravilloso espectáculo con bancos de arena y el océano como horizonte. Aquí se encuentran y se pueden degustar las mejores ostras de Marruecos.
9. Un toque bretón: ESAUIRA
Conocida por ser el lugar predilecto para los amantes del kitesurf, se esta volviendo uno de los puntos internacionales para la practica de este deporte. Cuando uno ve las murallas fortificadas de Esauira frente al Atlántico marroquí, con su puerto pesquero y los graznidos de las gaviotas que lo sobrevuelan, tiene la impresión de estar en un pueblo de la Bretaña francesa. Podría ser, porque Esauira, hoy tan de moda, fue diseñada por el mismo ingeniero francés que ideó el puerto más famoso de Bretaña: Saint-Malo. Pero una vez dentro de sus murallas se olvida el efecto: es cien por cien marroquí, con sus estrechas calles, el aroma de las especias y las mujeres con blancos velos.
En las calles de Esauira se cruzan los árabes del norte y los bereberes del sur, además de los europeos que se han instalado allí al abrigo de su ambiente artístico y los gnaouna (africanos procedentes del sur). En verano sus playas están abarrotadas de turistas que juegan al fútbol o practican windsurf y kitesurf. Si hay ganas de caminar, cruzando hacia el sur el río Ksoub se pueden ver las ruinas de la antigua fortaleza de Borj el–Beroud.
10. El paraíso del surf: SIDI KAOUIKI
Los constantes vientos borrascosos, la playa salvaje y los buenos alojamientos de Sidi Kaouki (cerca de Esauira) están convirtiendo rápidamente el lugar en uno de los mejores destinos de Marruecos para practicar surf y kitesurf. Pero, sus aguas pueden ser peligrosas para quienes no tengan experiencia en estos deportes marítimos.
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