Barcelona es un destino con un abanico de atracciones turísticas casi inabarcable. La ciudad tiene los encantos suficientes para anclar al viajero a su casco urbano pero también hay que señalar la posibilidad de excursiones de un día de lo más interesantes. Una de las más bonitas, sin duda alguna, es la visita a Montserrat.
Se trata de un desplazamiento de apenas 30 kilómetros desde la Ciudad Condal que aúna naturaleza, cultura, misterio, tradición e historia. Cuando nos referimos a esta excursión se trata de desplazamiento para ver dos enclaves.
El primero es el Macizo de Montserrat, una curiosa formación rocosa en medio de un entorno plano, donde el visitante podrá disfrutar de formaciones naturales con formas de animales, personas y demás motivos sacados de la imaginería popular. También se trata de un punto básico para practicar escalada (no olvides los pies de gato en la maleta si eres aficionado).
El segundo es el Monasterio de Santa María de Montserrat, un enclave benedictino situado a casi 800 metros de altura, donde la espiritualidad y el arte se funden para proporcional al viajero un conjunto de sensaciones difíciles de olvidar.
Dentro de este monasterio, uno de los grandes símbolos de la identidad catalana, el viajero debe conocer la escolanía, que es uno de los coros de niños cantores más antiguos de Europa. Este santuario, junto a los de Torreciudad, El Pilar, Meritxell y Loures, conforman la conocida como Ruta Mariana. Una ruta guiada por el sentimiento religioso y devoción Mariana al que el viajero debe añadir una maravillosa riqueza en patrimonio arquitectónico, gastronómico y natural.
Todos los domingos a las 12.00 del mediodía podrás escuchar el coro de niños (la Escolanía) que cantan durante la misa. El coro también canta los otros días (menos el sábado) a las 13.00. La basílica está abierta entre las 7 y 20 horas y es más recomendable e íntimo visitarla los días de diario.
En el monasterio una entrada separada te conducirá a un pasillo donde cada día creyentes y no creyentes esperan su turno para ver la icónica imagen de la Virgen de Montserrat, conocida por su piel oscura como la Moreneta. La visita a la Moreneta se puede realizar entre las 8 y las 10,30 por la mañana y luego entre las 12 y 18,15 horas por la tarde.
Según la leyenda, la primera imagen de Moreneta la encontraron unos niños pastores en el 880 d.C. Tras ver una extraña luz en la montaña, los niños encontraron la imagen de la Virgen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia el obispo de la zona intentó trasladar la imagen hasta la ciudad de Manresa pero le fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en aquel lugar y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del actual monasterio, a su alrededor para el culto.
La imagen que actualmente se encuentra en Montserrat es una talla románica del siglo XII, representa a la virgen con el niño Jesus en su regazo y mide 95 cm de altura.
Siguiendo por la zona destacamos la visita a la Santa Cova. Se trata de un paseo de algo más de media hora desde el monasterio hasta la cueva que antes hemos mencionado donde se encontró la imagen.
Si te gusta caminar también recomendamos otro paseo de media hora, ida y vuelta, desde el monasterio hasta la Cruz de San Miguel, un lugar para obtener buenas vistas e imágenes del monasterio en toda su plenitud.
Otra opción, para ya amantes más motivados del senderismo y la naturaleza, es subir al pico de Sant Jeroni. Se trata de una cumbre situada a 1236 metros sobre el nivel mar. Es el punto más alto de todo el macizo de Montserrat. Como podréis imaginar hablamos del lugar “top” por excelencia donde obtener una vista de 360º del entorno sencillamente espectacular.
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