Un espectáculo para ver (al menos) una vez en la vida

Si estás de viaje en la Riviera Maya estos días, tienes una cita obligada en La pirámide de Kukulkán, templo situado en las ruinas de Chichen Itzá.

Entre el 20 y el 22 de marzo tiene lugar en esta zona un espectáculo arqueoastronómico realmente sorprendente: el solsticio o equinoccio de primavera – en diciembre, durante el solsticio de invierno, se repite el mismo fenómeno-. Durante los primeros minutos del atardecer de dicho día la Pirámide se tiñe de luz y sombra por partes iguales. Las fachadas Noreste y Sureste permanecen en completa sombra, mientras que las fachadas Noroeste y Suroeste están completamente iluminadas. Este momento, que dura 15 minutos, es el momento exacto del solsticio. Este fenómeno se debe a la orientación y a la latitud con las que en su día fue construida la pirámide. Y aunque parezca mentira, tan rebuscada construcción fue premeditada, los constructores mayas quisieron dejar plasmados una serie de conocimientos. Por desgracia, tales conocimientos se han quedado en el camino (la Pirámide estaba en un estado muy deteriorado cuando la descubrieron y buena parte de ella tuvo que ser reconstruida). Tan solo conservamos el hecho de poder apreciar tan bello espectáculo y el hecho de ver cómo se proyecta una fantástica ilusión de una serpiente emplumada que parece descender por los escalones de la Pirámide, simbolizando a Kukulkán.

Visitantes de todo el mundo peregrinan en tan señaladas fechas a Chichen Itzá. Y tú, como buen turista, no deberías dejarlo pasar por alto.

Desde el hotel BlueBay Grand Esmeralda de Playa del Carmen puedes reservar la excursión de un día, recorrer las ruinas de Chichen Itzá y observar este maravilloso espectáculo, que tiene una periodicidad de 72 años – desde 1976 hasta el 2048.